Guardianes de la Galaxia es lo mismo de siempre pero con un mapache parlante y bromista y un árbol simpaticón interpretado por Vin Diesel como principales puntos diferenciales.
Empezaremos hablando por las cosas que más me han gustado. En primer lugar se agradece que la propia película no se tome a sí misma demasiado en serio, debido a un desarrollo de la acción caracterizado por un tono cómico que, sin embargo, parece a veces enfrentarse a la seriedad que intentan transmitir los villanos de la película.
En segundo lugar, y apoyando este ambiente buenrollista, particularmente agradezco la inclusión de un puñado de canciones disco de la década de los 80 que aportan frescura, y que personalmente siempre acaban por alegrarme el día aunque me las metas con calzador en una película de terror psicológico –que no es el caso-.
Sin embargo, hasta aquí llegó mi optimismo. La película es todo épica, todo brillo y colorido, y todo es susceptible de volar por los aires. Encontramos un buen puñado de tonterías y decisiones estúpidas que intentamos digerir mientras tratamos de descifrar si forma parte de la estrategia auto-cómica de James Gunn, o si de verdad nos está tomando a los espectadores por idiotas. El guión es trillado y mil veces visto, el ritmo y narración resultan conocidos y predecibles y los giros argumentales se adivinan simplistas y repetidos.
No vamos a pedirle peras al olmo, pues cuando entramos a la sala a ver una película de superhéroes firmada por Marvel sabemos perfectamente que a lo que vamos es a disfrutar de las palomitas, desconectar el cerebro, y dejarnos maravillar por las últimas innovaciones en fuegos artificiales. Pero personalmente empieza a cansarme encontrar las mismas historias narradas una y otra vez hasta la saciedad, con la única diferencia de que a veces están protagonizadas por un tipo rubio con un martillo y otras por algún súper musculado soldado del ejército intergaláctico de turno.
Es obvio que la fórmula funciona en términos de rentabilidad económica, y Marvel no va a echar el freno como ya ha demostrado presentado los títulos de las siguientes cuatrocientas películas que atormentarán a los espectadores de nuestros cines durante los próximos veinte años, pero servidor está deseando que la burbuja explote de una vez por todas y los superhéroes abandonen la pantalla para volver al papel de los cómics y tebeos.
Puntuación: 4/10
Viale cine 